Este blog contiene textos dedicados a las familias, a los padres y madres para que eduquen con buenas prácticas. Tiene dos enfoques que se complementan: el psicológico y el jurídico. Está escrito por dos grandes profesionales y amigos. Antonio Lafuente y Antonio Ortuño. Esperamos que os sea útil.

viernes, 15 de febrero de 2013

8 razones para tener (y leer) el libro


Esto que presentamos hoy en sociedad es uno de los productos de esa prodigiosa capacidad del autor de hacer realidad los proyectos. No importa cuál fue la cascada de factores, sucesos y pensamientos que dieron luz al proyecto Familias Inteligentes, del que el libro forma parte, lo verdaderamente importante es que está aquí, en nuestras manos y que a mí, en cierta medida, me toca una parte de argumentar  el por qué de leerlo, de tenerlo, de usarlo o de recomendarlo.
¿Por qué? Voy a decir 8 ideas que están en el libro o que se deducen de él para ver si mi recomendación tiene sentido.
1.- Porque en el libro se establece un equilibrio ineludible entre el cariño y el control, entre el amor que se tiene por los hijos e hijas y su necesidad de aprender que los límites son parte del comportamiento social e individual. Sin tener que hacer elecciones entre el afecto y los límites, sin poner una cosa por encima de la otra. Alguien podría pensar, al leerlo, que este libro está más cerca del control y los límites que del amor. Sin embargo la pasión por nuestros niños y niñas es mucho más fácil de poner en comportamientos concretos que el control. Y, además, no hay forma más desinteresada de amor que la que antepone la felicidad a medio plazo de la otra persona a la propia satisfacción inmediata. La posibilidad de que los hijos e hijas aprendan lo que les va a permitir afrontar con seguridad su crecimiento a la necesidad intrínseca de todos los padres y madres de sentirse queridos y necesitados.
2.- Porque en Familias Inteligentes hay un norte claro y explícito: la autonomía e independencia de los niños y las niñas para poder convertirse en adultos felices. La unión entre felicidad e independencia es uno de los grandes objetivos de la educación. Es deseable que lo educativo sea


capaz de generar esos dos elementos de forma simultánea. Cuando suponemos que otras cosas como el dinero, los títulos académicos, la protección o el cariño son los elementos principales o únicos del recorrido de nuestros hijos hacia su bienestar nos convertimos en bancos, en profesores, en policías o en colegas de nuestros hijos e hijas. Cuando buscamos su independencia nos convertimos en padres y madres.
3.- Porque el libro pone en el centro de la familia y, también en el centro del difícil arte de hacerse mayor, las decisiones. Tomar decisiones es lo más importante para una persona, desde el punto de vista profesional, afectivo, personal, en definitiva, vital. Aprender a tomar decisiones es difícil, y más aún enseñar a ello. Este libro propone centrar la tarea educativa en esa toma de decisiones. Por lo tanto, admite los errores, el respeto, la participación, la progresión en el aprendizaje y la reciprocidad en el camino de cultivar tan complicado arte.
4.- Familias Inteligentes ataca completa y argumentadamente los castigos pero de forma cabal. Describe y muestra cómo los castigos son poco productivos para el objetivo educativo que el propio libro plantea. La educación a través del castigo puede resultar útil para otros blancos, pero para trabajar la autoestima, la independencia, el autocontrol y la seguridad no funciona del todo bien.
5.- El libro apunta una idea que me parece imprescindible en la educación de los niños y las niñas. La presencia de personas adultas significativas más allá del padre y la madre. Desde los abuelos y abuelas al resto de personas que configuran la red social familiar. Estas personas sirven para aprender la diversidad, la flexibilidad y, sobre todo, la adaptación social que es un elemento clave en el aprendizaje de la autonomía y de la felicidad.
6.- El libro plantea la educación como una aventura, como un proyecto, en lugar de posicionar a las personas adultas responsables exclusivamente en el deber moral de hacer las cosas por el bien de los niños y niñas. De esta manera se producen dos efectos, uno que al resultar un proyecto, la educación es una sucesión de tramos difíciles y fáciles, de momentos más amargos y más dulces, de aciertos y errores, de múltiples formas de hacer las cosas para llegar al objetivo. Otro, que al ser una aventura la satisfacción no solo reside en el cumplimiento de las metas sino en el propio camino para hacerlo.
7.- El libro Familias Inteligentes no juzga a nadie y en él cabe todo el mundo. No existe ni una referencia negativa ni un mal chiste hacia cualquier otro planteamiento educativo o pedagógico diferente. Además las familias que aparecen son de diferentes configuraciones tal y como corresponde a la actualidad social, se tratan por igual problemas de profundo calado y dificultades más cotidianas y muchas personas pueden verse reflejadas en los ejemplos. Para mi desgracia, mi reflejo no es que haya sido del todo exitoso.
8.- Por último es un libro que habla de cómo hacer las cosas. No tiene más remedio que decir desde dónde, pero sobre todo ofrece herramientas e ideas que permiten desde resolver el problema de la paga o el eterno problema de las judías verdes hasta afrontar una verdadera provocación adolescente en toda regla.
Son estas las razones que me hacen pensar que este libro es recomendable, y lo recomiendo encarecidamente:
En primer lugar como psicólogo, porque creo en la psicología y creo que está precisamente para esto.

En segundo lugar como padre, porque me veo en él y he visto que funciona lo que predica.

En tercer lugar como amigo, porque me siento orgulloso de que la gente a la que quiero haga las cosas bien.

Jose Angel Medina Marina

Profesor de Psicología Social U.C.M.

1 comentario:

  1. Emocionante. Los dos juntos desplegando talento y rodeados de tanto cariño. Me alegro de haberos conocido chicos !!!

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