Este blog contiene textos dedicados a las familias, a los padres y madres para que eduquen con buenas prácticas. Tiene dos enfoques que se complementan: el psicológico y el jurídico. Está escrito por dos grandes profesionales y amigos. Antonio Lafuente y Antonio Ortuño. Esperamos que os sea útil.

viernes, 28 de diciembre de 2012

¡Gracias a BEBESYMAS!

Agradezco a la revista digital bebesymas la entrevista realizada ayer, y en especial a Mireia Long. Creo que refleja las bases metodológicas de mi trabajo como profesional de la Psicología, además de los puntos fuertes del contenido de mi libro. La lectoras y lectores de bebesymas no encontrarán en mi libro información novedosa de como fomentar un apego seguro a base de cariño. Creo que ya hay información más que suficiente de la importancia del amor incondicional para con los hij@s. Si lo encontrarán útil si perciben que la responsabilidad del hijo no se desarrolla adecuadamente, si encuentran dudas de cómo afrontar ciertas situaciones problemáticas, o si la construcción de ese apego seguro tambalea y hay que reconstruirlo. A cualquier edad. Es un libro para familias que quieren prevenir problemas, que consideran que son los adultos los que tienen que crear un contexto adecuado para que sus hij@s crezcan sanos y felices. Y muchas gracias de nuevo.

http://www.bebesymas.com/educacion-infantil/la-familia-inteligente-sabe-tomar-decisiones-entrevista-al-psicologo-antonio-ortuno

jueves, 20 de diciembre de 2012

Más recursos a las familias, por favor!!!!

Actualmente en España hay alrededor de 30.000 niños y niñas tutelados por el Estado, porque han vivido una situación de desamparo por diferentes motivos. De ellos, alrededor de 15.000 viven temporalmente en hogares financiados por las Administraciones Públicas. Según datos extraídos del Informe del Defensor del Pueblo, cada menor cuesta 3.810 € de media mensual (la gestión privada sale más cara al contribuyente). Calculemos.

Un menor al año cuesta a la Administración 45.720 €. Multiplicado por 15.000 son, anualmente,  685.800.000 €. Y yo me pregunto.

¿Por qué no se invierte más en prevención? ¿Por qué no dotamos a los barrios, a los municipios de recursos que ayuden a las familias a educar a sus hijos e hijas? ¿Por qué hay que esperar a intervenir cuando la situación es ya insostenible? ¿Por qué no hay más recursos para el acogimiento en familia extensa?¿Se puede hacer algo más para reducir esos 30.000 niños y niñas que no están con sus familias?

Estos niños y niñas no tiene culpa de nada. Y sufren en silencio hasta casi 5 años de estancia en diferentes hogares. La responsabilidad, entre otros, es de la Administración que no ha ofrecido recursos adecuados para que esa familia sepa ejercer bien su función.


Familias que están en situación de riesgo social necesitan más apoyos, cercanos, personalizados, accesibles, competentes. Un centro de atención a familias llevado por dos profesionales equivale más o menos a lo que vale atender a dos menores en un centro de menores durante nueve meses. Y podrían atender a muchas familias al año. Se reduciría muchísimo el gasto, y lo más importante, aumentaría la felicidad de muchos menores que podrían seguir viviendo con su familia.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Educar paseando en bici

Esta mañana me he ido a correr a la Casa de Campo de Madrid. Un día otoñal precioso. He observado a una familia que iba a mi ritmo durante un tramo de carrera. Iban cuatro, en bici. Por momentos, era el padre (o la madre) el que dirigía, el que decidía la ruta a seguir. Había charcos, algunos desniveles peligrosos, diferentes senderos… En otros momentos, su hijo se ponía a su lado y compartían las decisiones. Por dónde ir, cuando paraban. Y en otras ocasiones, era el hijo el que se ponía por delante, conseguía el control de la situación y se respetaban sus decisiones.
Así es la educación, pensaba mientras sudaba. Según el desarrollo evolutivo de los hijos, en cada etapa hay decisiones que sólo nos incumben a los padres y a los hijos les toca aceptarlas, otros momentos las decisiones deben estar consensuadas y negociadas, y por último nos queda confiar y respetar en sus decisiones cuando ellos quieren decidir.
Me imaginaba un paseo por el campo en bicicleta donde todas las decisiones las tomarán los padres. Me imaginaba un paseo por el campo en bicicleta donde todas las decisiones las tomarán los hijos. Y me imaginaba un paseo por el campo en bicicleta donde todas las decisiones tuvieran que ser consensuadas. No sabría cual elegir. Preferiría quedarme en casa, creo.

Tenemos que aprender que en la vida hay momentos en los que los niños no pueden montar en bici solos, otros momentos iremos a dar un paseo con ellos, y llegará el momento en que también nos pedirán irse a dar una vuelta en bici ellos solitos. 

viernes, 14 de diciembre de 2012

Los cocos del siglo XXI


¡Qué viene el coco!, decían nuestras madres cuando nos portábamos mal. Era de las últimas estrategias que usaban cuando ya no sabían qué hacer. En la actualidad, afortunadamente, apenas se oye. Los “cocos”, en el siglo XXI, han sido sustituidos por los psicólogos infantiles. “A qué te llevo al psicólogo”, “cómo sigas así se lo pienso decir al psicólogo”, son frases que algunas familias les plantean a sus hij@s. La manipulación a los hij@s se mantiene, pero los protagonistas cambian.

Imagínate que te hubiese dicho tu madre que vayas al coco y que le cuentes todos tus problemas, todo lo que te pasa, que seas sincero con él… ¡Qué ganas, no! Pues es esa la sensación que tendrán algunos chaval@s cuando acuden a algunas terapias. Se esconden detrás de su gorra, de su mirada, de sus palabras. En más de veinte años todavía no me he encontrado que un niñ@ empiece la primera entrevista diciendo “me alegro de entrevistarme con ud., tenía muchas ganas de verle porque tengo un problema en mi familia que me preocupa…”.

Queridas familias, los niñ@s no son el problema, no señaléis a vuestros hij@s como los culpables de la situación. Como psicólogo infantil os recomiendo que no llevéis a vuestros hij@s al psicólogo, id vosotr@s. Hay que pasar del “trate usted a mi hijo” al “¿qué puedo hacer para educar mejor a mi hij@?”, del “es que me contesta” al “¿qué puedo hacer para no gritarle?”, del “no me hace caso” al “¿cómo le puedo ayudar a crecer feliz?”

Últimamente en las terapias familiares, en una primera fase, no veo efectivo que los menores acudan a terapia. Incluso el Código Deontológico del Psicólogo lo dice bien claro, no podemos ver a los menores hasta que los tutores no lo autoricen. Hay que aprovechar esa primera entrevista para motivar a los padres a ser protagonistas, a construir un espacio familiar adecuado para que los niños puedan tomar decisiones y madurar acorde a su desarrollo evolutivo. La eficiencia está en entrenar a los padres en estrategias y habilidades que ayuden a sus hijos a crecer felices, en motivar a los padres a cambiar para que el menor pueda mejorar, en fortalecer los buenos tratos y las buenas prácticas en la infancia. Los psicólogos infantiles no podemos sustituir a los padres, debemos apoyarles en sus funciones.

Por mi experiencia profesional, un alto porcentaje de padres entienden que son ellos los que tienen que cambiar, y se consiguen altas terapéuticas sin que sea necesario que los niñ@s vayan al “coco”. Así se evita culpabilizarles de la situación familiar, etiquetar sus conductas, desresponsabilizar a los adultos, que los niñ@s pasen por diferentes profesionales, consultas, hospitales, pruebas diagnósticas, toma de medicamentos. Me indigna que los niños realicen todo este recorrido sin que nadie haya informado a sus padres cómo tienen que ejercer de padres.

Según las tarifas del Sistema Nacional de Salud del año 2010, el recorrido que realiza un niñ@ para evaluar un “problema psicológico” cuesta alrededor de 1100 €. Pasar por el médico de cabecera cuesta 84€, por los profesionales de la psiquiatría o psicología 220€. Hacerse un electroencefalograma son 125€, o una resonancia magnética unos 400€ de media. Todo este proceso para decir, en ciertas ocasiones, que es un inmaduro (que es como no decir nada). 

Ofertemos recursos a los padres para que aprendan las herramientas necesarias para atender a las necesidades de sus hij@s, y dejemos de marear a los niñ@s.
¡Qué sean los padres los que se enfrenten al “coco”! 


lunes, 3 de diciembre de 2012

FAMILIAS INTELIGENTES: Claves prácticas para la educación


Muchas gracias por el buen acogimiento que está teniendo el libro FAMILIAS INTELIGENTES: claves prácticas para la educación. Para las personas que me estáis pidiendo más información sobre el libro, os mando el índice. Gracias.

1.- Familias inteligentes 17
1.- Familia 17
2.- Inteligencia 19
3.- Familia inteligente 20
4.- Apego seguro en las familias inteligentes 26
5.- Funciones 28
6.- Objetivos 34
2.- Ideas marco en la familia inteligente 41
3.- La toma de decisiones en la familia inteligente 61
1.- Fases 61
2.- La tortuga y la liebre 63
3.- Los cimientos de la toma de decisiones en la familia67
4.- Apego seguro y toma de decisiones 70
5.- La inseguridad: esa compañera de viaje 71
6.- Ya casi llegamos al semáforo inteligente 75
4.- La técnica del semáforo inteligente 77
1.- El diseño 77
2.- Características 85
3.- Tipos 87
4.- Aplicaciones 90
5.- Dos palabras clave: confianza y respeto 92
10
5.- El semáforo rojo 95
1.- La autoridad empática 96
2.- El paso del castigo a la toma de decisiones 99
3.- Los derechos de las familias inteligentes 102
4.- El recurso: decir NO 104
6.- El semáforo amarillo 109
1.- El burro y las zanahorias 109
2.- Las órdenes 111
3.- El recurso: la negociación 114
4.- Otros recursos: 126
4.1. El manejo de la provocación 126
4.2. La madurez de la tortuga 128
4.3. La crítica 132
5.- Dudas habituales 134
7.- El semáforo verde 137
1.- El camino de la responsabilidad 137
2.- La balanza de la preocupación 140
3.- ¿En qué te necesita tu hijo, realmente? 142
4.- La gestión de riesgos 145
5.- El recurso: el manejo en la lejanía 146
8.- Epílogo 151

9.- Bibliografía 155